Gestionar Propiedad Horizontal

La economía mundial está evolucionando a un ritmo acelerado hacia la globalización y la digitalización. El nacimiento del Internet nos proporcionó costos de comunicación casi nulos; ahora, las criptomonedas están permitiendo costos de transacción cercanos a cero. El resultado es una transformación drástica en la actividad económica y en la clase de litigios que pueden surgir. Estamos transitando rápidamente hacia un mundo con una nueva clase de disputas: aquellas que se generan en el seno decomunidades online e involucran a agentes anónimos o seudónimos provenientes de diferentes jurisdicciones legales. Un reclamo derivado de un contrato de desarrollo de software, el incumplimiento de los compromisos asumidos en una campaña de crowdfunding o una acusación de “hacer trampa” en un torneo de deportes electrónicos son solo algunos de los nuevos tipos de conflictos que comienzan a generalizarse.  Esta situación es un escenario completamente diferente al de las disputas multimillonarias que involucraban a corporaciones multinacionales y gobiernos que tuvo en miras la Convención de Nueva York en 1958. Esta moderna clase de litigios está generando un mayor interés en el desarrollo de nuevos métodos de solución de controversias. Algunas propuestas provienen del mundo de los litigios tradicionales, mientras que otras provienen del mundo del comercio electrónico o de la resolución alternativa de disputas (ADR), que buscan aprovechar las nuevas tecnologías como el aprendizaje automático en un intento de aumentar la eficiencia del proceso. Uno de estos marcos emergentes de resolución de disputas, denominado justicia descentralizada, aprovecha la tecnología blockchain, la criptografía y la teoría de juegos para producir un método de resolución de conflictos que sea rápido, eficiente y transnacional.